El éxito empresarial está íntimamente relacionado con el crecimiento de una compañía. Si un negocio es capaz de prosperar y tener presencia en el mercado, es mucho más probable que obtenga ganancias por su actividad empresarial y que se mantenga vivo a pesar de las adversidades.

Por otro lado, aquellas empresas que no tienen un plan de crecimiento tendrán dificultades para hacer rentable su negocio y se verán más afectadas por las situaciones desfavorables a las que se enfrenten.

Tener claro tus estrategias de crecimiento es fundamental para saber cómo tu negocio encarará las necesidades del mercado y para definir qué actividades llevará a cabo, con quiénes y para qué. Asimismo, estas estrategias permiten prever tus objetivos empresariales, así como los tiempos necesarios para lograr tus metas.

El crecimiento orgánico es una de las estrategias más populares entre las empresas que quieren mantener un negocio a largo plazo de manera sólida y autónoma. Descubre qué es este crecimiento, cuáles son sus diferencias respecto a otros planes de negocios y cómo puedes adaptarlo a tu empresa mediante la implementación de 5 sencillas prácticas que asegurarán tu éxito empresarial.

¿Qué es el crecimiento orgánico en una empresa?

Este término hace referencia al crecimiento que percibe una compañía como producto de un incremento en su actividad empresarial. Este crecimiento se denomina orgánico porque aprovecha los propios recursos del negocio para aumentar el volumen de venta de sus bienes o servicios sin intermediación de un agente externo.

Diferencias entre el crecimiento orgánico y el crecimiento inorgánico empresarial

Al hablar de un tipo de crecimiento orgánico es probable que te preguntes si existe algún otro tipo de crecimiento. La respuesta es «sí»: el crecimiento inorgánico. Ambas estrategias de crecimiento tienen sus ventajas y son implementadas por diferentes negocios de acuerdo con sus necesidades.

Sin embargo, es importante que tengas presente que estos modelos de crecimiento no están hechos para todas las empresas. Por ello, elegir el modo correcto de crecer es importante para evitar pérdidas a largo plazo o, incluso, el fracaso de una empresa. Veamos sus características para comprender qué ventajas y desventajas conlleva cada uno de estos tipos.

1. Crecimiento inorgánico empresarial

En algunas situaciones los negocios necesitan recursos externos para comenzar sus operaciones, para mejorar sus instalaciones o aumentar su producción y abrir nuevas plantas o sucursales. Para solventar estos gastos e incrementar su volumen de ventas estas empresas pueden optar por buscar inversiones externas, fusiones o adquisiciones que permitan un rápido crecimiento. Este tipo de crecimiento se considera inorgánico, pues requiere ceder parte de la empresa al inversor y, por tanto, perder autonomía.

La principal ventaja de esta estrategia consiste en que las empresas pueden crecer de manera acelerada y con altos márgenes de ganancias. Asimismo, pueden cotizar en la Bolsa y aumentar su valor por medio de la venta de acciones.

Por otro lado, tiene la desventaja de que la empresa pierde autonomía, a la vez que su éxito se ve determinado por la volatilidad de los intereses del mercado y por el interés de inversión de personas ajenas a la empresa.

2. Crecimiento orgánico empresarial

En contraposición al crecimiento inorgánico, esta estrategia de crecimiento privilegia la autonomía de una empresa y busca generar ganancias que permitan incrementar la capacidad de producción, la apertura de nuevos espacios de trabajo o la mejora de infraestructura con recursos propios. Para ello, este plan de crecimiento tiene en cuenta el comportamiento del mercado, las necesidades de los consumidores y la rentabilidad del negocio para buscar la solidez a largo plazo.

El crecimiento orgánico ofrece la ventaja de no depender de dinero externo para aumentar ventas ni para ofrecer mejores soluciones al mercado. Al mismo tiempo, este tipo de crecimiento crea bases más solidas para la empresa y lo prepara para el mercado del futuro.

5 buenas prácticas para el crecimiento orgánico de tu empresa

A continuación hablaremos de 5 prácticas que te ayudarán a hacer crecer tu negocio de manera orgánica. Ten en cuenta que cada una de ellas tiene un ámbito de aplicación específico, por lo que debes analizar si podrían beneficiar a tu empresa en este momento. En cualquier caso, estamos seguros que te serán de utilidad en algún momento.

1. Planifica tus finanzas

Optar por una estrategia de crecimiento orgánica implica saber que probablemente tu empresa crecerá a un ritmo menos acelerado que si cuentas con capital externo. Tener un plan de finanzas concreto es necesario para saber qué metas debes priorizar, así como los tiempos y plazos que te llevarán a estos objetivos.

2. Recurre a tus equipos y usa las herramientas correctas

Tener un plan financiero o adoptar un modelo de crecimiento no es suficiente si no sabes cómo implementarlo en la práctica. Aprovecha los recursos humanos de tu empresa o busca la asesoría de expertos que faciliten este crecimiento, como HubSpot, para enfocarte en el crecimiento orgánico de la compañía.

Si cuentas con equipos de trabajo asignados a diferentes departamentos, deberás dejar claro qué actividades deben realizar y cuáles son los objetivos comunes que comparten.

3. Ten en cuenta tus fortalezas empresariales

Si esperas crear un negocio que perdure en el tiempo y que sea rentable, deberás tener en cuenta qué soluciones ofreces al mercado y por qué tienen un valor especial que las diferencia del resto. Conocer las fortalezas de tu negocio te permitirá aprovechar tus productos de mayor venta, tus servicios más atractivos y las ventajas que busca el público al consumir tu marca.

Tras identificar estas fortalezas serás capaz de priorizar la producción de estos bienes o el perfeccionamiento de aquellos servicios que sean más rentables. Para determinar qué papel desempeña cada producto en tu empresa puedes utilizar algunas herramientas para analizar tu cartera de negocios, como la Matriz BCG.

4. Reinventa tu negocio cuando sea necesario

El mercado es cambiante y, por tanto, tu empresa también debe serlo para ofrecer las mejores soluciones y experiencias a los consumidores. En Estados Unidos, por ejemplo, el 54 % de los consumidores han afirmado que las empresas necesitan prestar más atención a la experiencia de los usuarios, pues esta determina el éxito de una marca entre el público. Si tu negocio está perdiendo la atención del público o ha disminuido sus ventas, debes estar preparado para reinventar tu modelo y adaptarte al cambio.

5. Reinvierte en el momento adecuado

Tras implementar una estrategia de crecimiento deberás esperar un tiempo para ver los resultados, evaluarlos y planificar nuevamente. Solo así podrás garantizar que el plan ha funcionado y generarás una estrategia adecuada al futuro.

Si bien las ganancias de la empresa siempre deben ser reinvertidas hasta llegar al crecimiento esperado, puedes ahorrar estos recursos si tus objetivos prioritarios lo demandan. Ten en consideración que para los siguientes años se pronostica un cambio en la rentabilidad de la inversión pasiva, por lo que reinvertir tu dinero de manera controlada y consciente será necesario para asegurar que tu dinero crecerá en el futuro.

Como puedes notar, el crecimiento orgánico es una excelente estrategia para establecer un negocio sólido, duradero y autónomo en el tiempo. Sin embargo, debes tener claro cuáles son tus objetivos, cómo se comporta el mercado y de qué recursos dispones para garantizar que el modelo se ajustará a la naturaleza de tu empresa.