El discurso de odio es una de esas cosas que reconoce cuando lo escucha, pero definirlo presenta un desafío.
Google ofrece esta definición: “discurso o escritura abusiva o amenazante que expresa prejuicios contra un grupo en particular, especialmente por motivos de raza, religión u orientación sexual”. Con suerte, a pesar de sus variadas razas, religiones y orientaciones sexuales, sus empleados comparten la opinión de que no se debe tolerar el “discurso de odio” en el lugar de trabajo. ¿Pero qué pasa fuera del lugar de trabajo?
Si bien la línea entre la vida privada y profesional de los empleados se está volviendo cada vez más delgada (la tecnología los mantiene conectados las 24 horas, los 7 días de la semana, y las redes sociales les permite ser embajadores sólidos de la marca), sus empleados siguen siendo individuos. Las empresas no pueden programar su comportamiento personal o regular su discurso, ni los empleadores deben tratar de vigilarlo constantemente.
Sin embargo, en medio del movimiento Black Lives Matters y el discurso elevado sobre el racismo histórico y sistémico, los perfiles personales en línea de los empleados se están convirtiendo en una preocupación creciente para las empresas, ya que algunos grupos de redes sociales están buscando y “llamando” activamente a las personas que han publicado o respondido al discurso de odio ofensivo. Lo que inicialmente era una publicación personal de un empleado puede convertirse rápidamente en una crisis de comunicación corporativa cuando los activistas sociales etiquetan las páginas de Facebook o LinkedIn de una empresa.
Con este renovado enfoque en asuntos raciales, ahora es un buen momento para revisar los valores, las políticas y las iniciativas de diversidad de su empresa. ¿Sus valores expresan expresamente la inclusión? ¿Su política de redes sociales aborda el discurso de odio? ¿Qué estás haciendo para promover una cultura de aceptación y tolerancia?
Revisa los valores de tu empresa.
Vuelva a evaluar los valores fundamentales de su empresa. ¿Subrayan la diversidad, la justicia racial y la inclusión? De lo contrario, considere agregar un nuevo valor o lenguaje alrededor de un valor existente que lo aborde específicamente. Y recuerde, para que los valores de una empresa sean auténticos, no se pueden crear en el vacío. Involucre a los empleados en el proceso. Discuta cualquier inquietud que tengan sobre la cultura actual de la empresa e incorpore sus ideas.
Revisa tu política de redes sociales.
Sus empleados pueden ser representantes positivos para su empresa, tanto en persona como en línea. Una política exhaustiva de redes sociales es una guía sobre cómo deben comportarse en Facebook, LinkedIn, Instagram y otras aplicaciones. También debería servir para recordar a los empleados que, si bien su cuenta de redes sociales puede ser personal, sus publicaciones y comentarios pueden reflejarse en la empresa.
Con tanto contenido divisivo en línea, también es importante incluir una declaración contundente que aborde el discurso de odio para reforzar la postura de la compañía y reiterar que la compañía no aprueba el lenguaje odioso o abusivo.
Responde con prontitud a los incidentes en línea.
A la luz de la creciente “llamada” o “cultura de cancelación”, sea diligente sobre el monitoreo de sus cuentas corporativas y esté preparado para responder de manera oportuna a las publicaciones que se refieren a su empresa o sus empleados de manera negativa. (Ignorar los comentarios en línea no hará que desaparezca y puede empeorarlo).
Considere posibles escenarios y cree respuestas con anticipación. Del mismo modo que podría haber preparado las respuestas para las consultas convencionales de los medios, tener una serie de respuestas redactadas para las redes sociales le permitirá responder de manera rápida y consistente a una serie de publicaciones que podrían golpearlo a la velocidad de la luz.
Reafirma tu posición.
Si su empresa siempre ha promovido la diversidad y la justicia racial, reafirme la posición de su empresa a través de una campaña en las redes sociales. Presenta empleados de diversos orígenes y las grandes contribuciones que han hecho a la empresa.
Si su empresa ha sido menos progresista en este tema en particular, no fuerce algo. Se verá como poco sincero y artificial. Di algo internamente también. Recuerde a los empleados sus valores de inclusión y su posición sobre la intolerancia y el discurso de odio. Finalmente, considere compartir con sus empleados algunos libros o podcasts interesantes sobre la historia del racismo y concientizarlos sobre las iniciativas de diversidad dentro de la empresa. La educación conduce a la iluminación y al empoderamiento.
Nada se logró desde un lugar de odio. Estar orgulloso de defender la diversidad y la inclusión. Nuestro mundo es un crisol de culturas y orígenes, y debido a eso, hermosas ideas han florecido a través de la mente abierta y la colaboración.
