Las pruebas son herramientas muy poderosas para los profesionales del marketing, ya que permiten determinar cuál es el enfoque que mejor funciona para una estrategia. Gracias a la experimentación, es posible encontrar qué mensajes o imágenes tienen un mejor rendimiento, así como crear páginas web que mejoren la captación de leads.

En la mayoría de las ocasiones, las estrategias de marketing carecen de este tipo de pruebas. Esto se debe a que se perciben como una perdida de tiempo y esfuerzo. De hecho, muchos profesionales del marketing ni siquiera tienen experiencia en este tipo de pruebas y los pocos que la tienen, la han adquirido haciendo pruebas en blogs o campañas personales.

A la hora de enfrentarse a una prueba en marketing, existen dos grandes retos: decidir qué es lo que queremos probar e interpretar los resultados de forma correcta.

Por otra parte, cada prueba que realizamos requiere esfuerzos, recursos y tiempo. Esto significa que cada prueba tiene un coste tangible, así como un coste de oportunidad. Es decir, que las pruebas son caras, por lo que muchas empresas desechan este proceso.

Sin embargo, es posible maximizar el impacto de las pruebas. Para ello, podemos priorizarlas, centrándonos en los experimentos que produzcan mayor resultado en menos tiempo.

¿Cómo podemos evitar perder tiempo y dinero? En primer lugar, hay que centrarse en puntos realmente importantes, el color de un botón no supondrá un verdadero impacto, por lo que si nos pasamos meses estudiando si es mejor un botón rojo o uno verde, solo nos llevará a perder dinero. Debemos centrarnos en puntos clave, por ejemplo, cambiar la llamada a la acción o el lead magnet que ofrecemos.

Por otra parte, es importante saber analizar los resultados de las pruebas. En este sentido, hay muchos factores que pueden influir en el resultado y afectar al rendimiento de las pruebas.

También conviene tener claro que el objetivo de las pruebas es obtener nuevos conocimientos sobre lo que funciona y lo que no. En última instancia, este conocimiento nos llevará a mejorar los resultados, pero este no debería ser el objetivo principal de unas pruebas.

Los conocimientos que obtendremos serán mucho más valiosos que los resultados, ya que podremos aplicarlos a los siguientes esfuerzos de marketing e implementar mejoras basándonos en ellos, lo que podría llevarnos a cambiar por completo nuestra estrategia de marketing.

Como hemos señalado, los conocimientos que se obtienen de estas pruebas son más valiosos que los resultados, ya que se pueden aplicar de forma más amplia, por lo que deberíamos aplicarlos también a otras áreas.