Las empresas occidentales con operaciones en Rusia y Ucrania se están preparando para el impacto potencial de las sanciones en sus negocios allí y están alistando planes de contingencia en caso de nuevas acciones militares, después de que el Presidente Vladimir Putin, de Rusia, envió tropas a dos regiones separatistas de Ucrania.

Washington y Europa prometen sanciones sin precedentes a Moscú que podrían hacer tambalear la economía mundial. Los mercados estadounidenses abrieron a la baja este 24 de febrero y el petróleo superó la barrera de los 100 dólares. Las consecuencias del conflicto podrían ser devastadoras a nivel económico.

Una caída global. Mientras los precios internacionales del petróleo subieron más de 7 dólares por barril y los futuros del índice de referencia de Wall Street, el S&P 500, y del Promedio Industrial Dow Jones bajaron más de un 2,5%, en Europa y Asia las acciones cayeron hasta un 5%, con una salida de pánico por la incursión rusa en Ucrania y sus futuras repercusiones.

La energía, que ronda aumentos históricos, incrementó su precio generando más temor en torno a la inflación que afecta a las mayores economías del mundo.

Así mismo, el precio al contado del gas natural en Europa, cuyo suministro depende principalmente de Rusia, se disparó hasta un 31%.

Aunque fue el mercado bursátil ruso el que llevó la peor parte con una caída del 45% pese a la interrupción de las operaciones para evitar la caída. El rublo, la moneda oficial rusa, descendió hasta un 7,5% frente al dólar durante la noche, aunque se recuperó ligeramente.

En Europa, el FTSE 100 de Londres cayó un 3,3% tras la invasión a varias ciudades de Ucrania. El DAX de Fráncfort descendió un 5,4% y el CAC de París perdió un 4,9%. En Asia, el Nikkei de Tokio cayó un 1,8% y el Hang Seng de Hong Kong perdió un 3,2%.

La referencia mundial de petróleo Brent superó los 100 dólares el barril por primera vez desde 2014, empujada por el temor de una interrupción del suministro ruso, el tercer mayor proveedor del mundo. Por su parte, el West Texas Intermediate, la referencia americana, alcanzó los 99 dólares por barril.

Para varios analistas, los inversores abandonarán los valores tecnológicos, con la excepción del sector de la ciberseguridad.